Los escraches no son otra cosa que el reproche o señalamiento social hacia una persona, en su domicilio, lugar de trabajo, etc. Tienen su origen en las protestas de ciudadanos argentinos contra militares indultados por el régimen de Carlos Menem.
Estas acciones de señalamiento están siendo realizadas en España por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, principalmente contra políticos que se muestran contrarios a la «Dación en pago» o, lo que es lo mismo, que no persista deuda alguna con la entidad bancaria con posterioridad a un desahucio.
Sin embargo, este tipo de reproche social vive muy cercano a los delitos de coacciones y/o amenazas existentes en el Código Penal. Esta cercanía se ha visto «avalada» por la reciente decisión del gobierno de establecer un cinturón de seguridad de 300 metros hasta el domicilio o lugar de trabajo del «escrachado».
En nuestra opinión y con la legislación en la mano, no puede considerarse delictiva esta práctica si no se producen realmente amenazas o coacciones, por lo que no podrán analizarse estas prácticas de forma general, sino que habrá que analizar lo ocurrido en cada escrache o protesta. De no existir estas conductas y limitarse el escrache a la difusión de opiniones individuales o colectivas, debe prevalecer la libertad de expresión. Por contra, de darse estas conductas, habrá que castigar al individuo que las realizó.
Recordamos en qué consisten estas conductas según el Código Penal español.
El delito de amenazas (artículo 169 del Cógigo Penal):
«El que amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, torturas y contra la integridad moral, la libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio y el orden socioeconómico será castigado con penas de …»
El delito de coacciones (artículo 172 del Código Penal):
«El que, sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohibe, o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, será castigado con la pena de…».
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