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Los juicios de desahucio express por impago normalmente so ganados por el propietario.

Ahora bien, desde que entró en vigor la normativa del Covid, sabes que los procesos de desahucio se pueden suspender si el inquilino dice que se encuentra en situación de vulnerabilidad y, además, lo acredita.

El caso es que normalmente casi siempre se está concediendo esto al inquilino. Es decir, si el inquilino dice que se encuentra en situación de vulnerabilidad, los jueces suelen suspender el proceso.

Y actualmente la suspensión es hasta septiembre de 2022.

Por tanto, el proceso se queda sin moverse varios meses.

Y encima muchos propietarios tienen que soportar el escándalo de ver a sus inquilinos morosos «vacilando» por redes sociales de la buena vida que llevan.

El propietario puede ser vulnerable en un juicio de desahucio

La normativa del Covid dice que si el inquilino pide que se suspenda el proceso por encontrarse en situación de vulnerabilidad, se le concederá un plazo de diez días al propietario para que pueda alegar lo mismo, es decir, para que pueda probar estar en situación de vulnerabilidad.

En concreto así lo dice el real decreto-ley 11/2020.

Y en este caso así lo hice, es decir, envié un escrito al juzgado diciendo que el propietario se encontraba en situación de vulnerabilidad.

Sin embargo, como digo, no es frecuente que se tenga en cuenta la situación de los propietarios.

El juicio de desahucio

El día del juicio, el abogado contrario defendió la posición que tenía que defender, es decir, que la inquilina se encontraba en situación de vulnerabilidad.

Y o defendí la mía, pero casi desde la súplica.

Es decir, puse de manifiesto al juez la situación tan dramática que viven muchos pequeños propietarios de viviendas.

El drama silencioso y totalmente desconocido (porque no sale en los medios de comunicación) que sufren miles de pequeños propietarios de viviendas, que se ven abocados a la ruina por culpa de un inquilino que no les paga.

Y no es solo que no les pague, sino que les hace incurrir en unas facturas de suministros altísimas que el propietario tiene que seguir pagando muchas veces, por miedo a que el inquilino les denuncie por coacciones.

Puse de manifiesto en la sala que la hija del propietario, de siete años, le pregunta a su padre que por qué se cambian de vivienda tan a menudo.

Y la sensación de desesperación del padre ante ese tipo de preguntas hechas por su hija.

Y es que la situación de ruina de esta persona, que ha tenido que pedir ayuda a familiares y amigos, encuentra su respuesta en el impago de alquiler que lleva haciendo la inquilina desde hace más de un año.

Y el banco no espera. Es decir, el propietario tiene que pagar todos los meses la hipoteca de ese piso (donde está la inquilina) y si la situación persiste el banco va a terminar quitando la vivienda al propietario.

La sentencia

Mi satisfacción viene del hecho de que la sentencia llegó de inmediato.

El mismo día.

Y los abogado saben lo difícil que es eso.

Así de claro lo tuvo el juez.

La sentencia me resultó maravillosa, y en ella se expone que la situación de vulnerabilidad de la inquilina no resulta superior a la del propietario, y por tanto se ha decidido no suspender el procedimiento y realizar el desahucio en la fecha que está prevista.

En fin, una satisfacción tan grande que para mi, como abogado de desahucios, es mi mejor sentencia hasta el momento. La más satisfactoria desde el punto de vista emocional.